¿Cómo Cultivar Tus Propias Setas Mágicas?
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- Lavonda Grazian… 작성
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En esta virtud, me dirijí a la lagunita de las Cuervos situada a espaldas de la punta de su nombre, o sea, en el estremo nordeste de la isla Huar. Al llegar a él lo abordamos por su estremo occidental, i después de haber fijado ese punto, se formó el plano de la parte que seca con los reflujos de las mareas, sondando, además, sus contornos hasta fijar la parte somera de su bojeo. A las 2h30m P. M. llegamos a Calbuco i se preparó lo conveniente para la esploracion del rio Puelo, con escala en Quetrulauquen de Huar. Dos horas mas tarde, esto es, a las 9h 15m habíamos salvado la carrera de Don Basilio, nombre dado por los isleños de Huar con motivo de que un Don Basilio, que primero intento la subida de esta parte del Puelo, no pudiendo realizarla declaró la correntada como insuperable. A la 1h 15m P. M. arribamos a la punta Huatral para calcular su elevacion sobre el mar. A nuestro paso por la punta Cuervos, se midió su altitud, resultando elevarse información sobre trufas el nivel de alta marea, 36m,6. La altura de las barrancas occidentales de la isla, llamadas el Pedregal, se elevan 75m,88; pero creo que el centro de Huar pasa de 85 metros de altitud.
Sin embargo, a las 5h30m A. M. nos pusimos en marcha i a las 6h de la mañana, colocados en punta Redonda, nos botamos al golfo de Reloncaví. Un estallido se difunde por el bosque: derramado en todas direcciones, se va como un trueno deshecho; el pájaro amante yace en tierra, las alas en cruz, el pescuezo torcido, la sangre chorreando por las fauces. A las 10h 30m llegamos a otra correntada, recia como las dos anteriores; i, aunque en apariencia mas suave, era superior en rapidez a la de Don Basilio. Nuestro antiguo y querido amigo, que es honrado hasta la médula de los huesos, quiere liquidar las deudas de la casa Grandet, de París. Tal estado de cosas no era posible tolerar i ordené al resto de los bogadores el embarcarlos por fuerza: éstos tambien desobedecieron, manifestando así una insubordinacion completa, i, hasta cierto punto, acuerdo unánime para frustrar nuestro viaje. Hubo, pues, que seguir estero adentro hasta las oraciones que llegamos a Chilco, estableciendo nuestras carpas frente al hermoso volcan Yate i teniéndolo tan solo canal por medio. A las 11h 30m A. M., después de haber salvado otra correntada, arribamos al punto denominado las Islas, para dar descanso a la jente i preparar el almuerzo de los espedicionarios.
Después de aquella comida, donde por primera vez se habló de la boda de Eugenia, Nanón fue a buscar una botella de casis al cuarto del señor Grandet, y estuvo a punto de caer al bajar. Nanón, haz una buena comida, que también bajará mi primo, dijo Eugenia. A una señal me obedecen todos los que me rodean. ¿Es un discípulo obscuro de una escuela sin nombre? ¿Es trufa u otro hongo foto? En la actualidad, la trufa es uno de los alimentos más cotizados del mundo. Tan fácil es alargar indefinidamente, como lo han hecho Knust respecto del Conde Lucanor y Landau respecto del Decameron, la lista de los paralelos y semejanzas con los cuentos de todo país y de todo tiempo, como difícil ó imposible marcar la fuente inmediata y directa de cada uno de los capítulos de ambas obras. Estos motivos i lo bajo del barómetro, que pronosticaba mal tiempo, me indujo a hacer estacion en las Islas por algunos dias mientras recobraba la salud; pero, como al mismo tiempo era sensible paralizar la esploracion consumiendo los víveres en la inaccion, comisioné al guardia-marina Rogers, que me acompañaba, para que, en union del señor Tellez i del señor Oyarzun, continuase el reconocimiento del rio sin detenerse.
Los hombres con sus fizgas o candeleros sacaban cholgas antes o después del momento de baja mar para no perder tiempo, operacion que con la baja pueden hacer a la mano. Hay que saber en qué zonas puede haber este tipo de hongos, mandar al animal que busque en un lugar en donde no hay nada puede ser frustrante para él. Talvez se dirá que este incidente hubiera debido relegarlo al olvido por interés propio; pero estoi convencido de que para los que como nosotros se hallan a merced de jentes desconocidas, un palo dado con justicia, en tales casos, vale mas que un curso de moral. Solo por medio de la sirga es posible salvar tales torrentes i gracias a que la ribera se presta para ello. Las mujeres por su parte se ocupaban de desenterrar tacas con el palde o de romper piures con el troncúe, alzando su saya a medio muslo o mas, para no mojar sus ropas i tener libertad para arrancar del fondo de las aguas el marisco apetecido, gastando en todo esto una naturalidad tal i una tal soltura que decian mucho respecto de a sencillez de sus costumbres.
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